Un día cerca del undécimo cumpleaños de Harry Potter, un niño huérfano, comienza a percibir extraños acontecimientos a su alrededor, los cuales alcanzan su punto máximo cuando unas cartas enviadas desde el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería llegan a la casa donde vive con sus tíos. Las cartas destapa los secretos que sus tíos le escondieron durante toda su vida: sus padres fueron magos y un mago tenebroso –Lord Voldemort– los asesinó en una época de guerra encarnizada,[quien también le causó a Harry una cicatriz con forma de rayo] por lo que Harry es un mago de la misma manera y deberá comenzar sus estudios como tal en esa escuela. Para este fin, Dumbledore, le muestra la fortuna monetaria que le dejaron sus padres.
La cámara secreta es abierta y tras ello varios alumnos sufren atentados sin que el responsable de dichos ataques pueda ser identificado, pero los docentes saben que la situación no es nueva y que está relacionada con la leyenda fundacional del mismo instituto. Harry, junto a sus amigos Hermione y Ron, se enfrenta a un misterio que pone en peligro la continuidad del instituto Hogwarts –un hecho similar que había sucedido 50 años atrás– y descubre más sobre el pasado de Lord Voldemort gracias a su diario personal.
Poco antes de iniciar el tercer año del protagonista en el colegio Hogwarts, un peligroso y supuesto homicida –Sirius Black– se fuga de la cárcel de Azkaban dejando preocupado al Ministerio de Magia y a la comunidad mágica, pues es el primero que lo logra. Arthur Weasley le advierte a Harry que el prófugo fue un seguidor de Voldemort durante el auge de su poder y que posiblemente se ha escapado para encontrar al causante del eclipse de su maestro.
Hogwarts se convierte en la sede del Torneo de los Tres Magos, una competencia en la que se enfrentan tres escuelas de magia europeas(Beauxbatons, Durmstrang y Hogwarts, y en la que un representante de cada escuela deberá completar tres pruebas durante todo el año. Sin embargo, el torneo es saboteado por Barty Crouch Jr. y Harry termina inmerso en la contienda aun cuando las reglas establecen que carece de la edad suficiente (17 años) y lo tradicional es que participen solo tres magos. La última prueba termina como trampa para permitir el resurgimiento de Lord Voldemort y, consecuentemente, para que Harry se enfrente con él y muere el otro participante de Hufflepuff.